Comenzó como un leve zumbido, distante y siniestro. Su volumen comenzó a aumentar de manera constante hasta convertirse en un estruendo que no presagiaba nada bueno. Horas más tarde, cuando cientos de tanques soviéticos y miles de soldados de infantería irrumpieron en el escenario, los soldados finlandeses, terriblemente superados en número, estaban más que un poco aprensivos.
Rápidamente, un adolescente finlandés le dio una cierta perspectiva. Al quedarse mirando a la oleada asesina preguntó: «¿Dónde los vamos a enterrar a todos?»
Puede que la historia esté adornada, pero tengo la tendencia a creer en ella. Después de todo, fue un muchacho quien siglos antes había mirado a la horda filistea, y había decidido poner fin a las estupideces que hablaba Goliat. David sabía que tenía a Dios de su lado.
Más de cuatro siglos antes de la derrota de los filisteos por parte de David, un grupo de espías echó un vistazo a un imponente enemigo y decidió que Dios no había estado hablando en serio realmente. Moisés había enviado a doce hombres para que examinaran Canaán para sus compatriotas. Regresaron con un informe optimista en cuanto al país . . . y una visión pesimista de sus habitantes.
«No podemos subir contra ese pueblo» —exclamaron— «porque es más fuerte que nosotros» (Números 13:31). Por supuesto, Caleb y Josué no lo veían de ese modo. «Debemos ciertamente subir y tomar posesión de [esta tierra]» —dijo Caleb— porque sin duda la conquistaremos» (v.30). ¿Acaso no les había prometido Dios esta tierra? Bueno . . . sí. Es por eso que se la llamaba . . . ¡la Tierra Prometida!
Esa noche, Josué le rogó con vehemencia al pueblo que confiara en Dios para una victoria segura (14:6-9). El pueblo respondió amenazando con matar a Caleb y a Josué. ¿El resultado? Cuarenta años más en el mismo lugar arenoso de vacaciones conocido como el desierto
¿Hay gigantes en tu vida hoy? Por supuesto que sí. Pero tienes que ganar bendiciones y aprender acerca de la bondad y la providencia de Dios. ¿Verás el tamaño y la fuerza del enemigo? ¿O recordarás la bondad y la grandeza de tu Dios? —TG