Me encanta escribir para Nuestro Pan Diario. Sin embargo, confieso que a veces me quejo de cuán difícil es comunicar en un breve devocional todo lo que me gustaría decir. Si tan solo pudiera usar más de 220 palabras…
Este año, cuando llegué a Mateo en mi programa de lectura bíblica, observé algo por primera vez. Mientras leía sobre la tentación de Jesús (Mateo 4:1-11), noté que era sumamente breve. Mateo usó alrededor de 250 palabras para relatar uno de los acontecimientos más trascendentales de las Escrituras. Entonces, pensé en otros pasajes breves, pero poderosos: el Salmo 23 (103 palabras) y el Padre Nuestro (71 palabras).
Evidentemente, no necesito más palabras, sino solo utilizarlas bien. Esto también se aplica a otras áreas de la vida: tiempo, dinero, espacio. Las Escrituras afirman que Dios suple las necesidades de aquellos que buscan su reino y su justicia (Mateo 6:33). El salmista David nos anima: «… los que buscan al Señor no tendrán falta de ningún bien» (Salmo 34:10).
Si hoy estás pensando «necesito un poquito más» de algo, considera en cambio la posibilidad de reconocer que Dios te ha dado «suficiente».