Los fabricantes de automóviles ofrecen una selección de asombrosas características diseñadas para hacer de tu viaje al centro comercial o al trabajo algo más sencillo y lujoso que nunca. Si cuentas con el dineral para pagarlo, puedes conseguir:

1. Identificación por las huellas dactilares. Si tocas el centro del timón y los asientos, los espejos se ajustan automáticamente a tu preferencia.

2. Arranques sin el uso de llaves. Las ondas de radio abren las puertas que estaban cerradas con llave y encienden el auto. Presionas un botón y el automóvil arranca.

3. Visión nocturna.Si hay algún ciervo cerca de la pista, unos sensores infrarrojos captan su calor y proyectan su imagen en el parabrisas.

4. Monitores de TVpara los asientos de atrás. Los pasajeros pueden ver la TV, jugar juegos de video o pasar su DVD favorito.

5. Pantalla de navegación.Mapas de visualización controlados por la voz te llevan al lugar correcto.

6. Visualización retrovisora.Una cámara montada en la parte de atrás revela lo que hay detrás de ti.

7. Radio satélite.Emisoras libres de estática cuando viajas.

8. Control de acción de crucero.Un radar percibe la velocidad del automóvil que está delante de ti y mantiene tu paso.

¿Te gustan estas innovaciones? Se están investigando y desarrollando otras para hacer de tu viaje algo más cómodo y mantenerte a kilómetros de ventaja de tus amigos. Pero todas son sólo accesorios. Son lindos, pero no necesarios.

Algunas veces, como seguidores de Jesús, añadimos muchas cosas en  nuestro viaje espiritual. Mira todas las ayudas de navegación y de viaje que creemos necesitar: la última edición de la Biblia y un portabiblias de cuero. Ahí está la joyería, las camisetas, las botellas de agua y los lapiceros de Jesús. Se puede adquirir CDs, zapatillas, relojes pulsera, calendarios y tazas de café.

Muchas de estas cosas son útiles en nuestro viaje cristiano y pueden disfrutarse, pero no son realmente necesarias. Lo más importante es recordar las cosas esenciales: la Palabra de Dios, nuestro tiempo con el Señor y la Iglesia. Jesús nos ha dado todo lo que necesitamos, ¡así que ya estamos viajando con lujo! (2 Corintios 9:8).  —DCE