Algo bueno en launiversidad estatal
Cuando hice mi traslado de una universidad cristiana de humanidades a una estatal me llevé una gran sorpresa. Pero no por las razones que podrías pensar. La gran sorpresa no se debió a la promiscuidad sexual en los dormitorios de las residencias de estudiantes, las nubes de humo de cigarrillo que inundaban los pasillos, el abuso de drogas y alcohol…
Ni más ni menos
Hace poco, leía sobre lo sencillo que es falsear el mensaje de la Biblia. Quizá tratamos de hacer que respalde lo que ya creemos en vez de permitir que nos transmita lo que Dios desea decirnos. Algunos la usan para defender un aspecto de un tema, mientras que otros hacen lo mismo para oponerse. Ambos citan las Escrituras para respaldar sus opiniones, pero los dos no pueden tener razón.
Belleza nudosa
Cuando se trata de armar un nuevo hogar, un nuevo dormitorio en la residencia de estudiantes o una nueva oficina, todos necesitamos ciertas cosas prácticas: muebles, teléfono, cafetera. Pero también nos gusta tener cosas a nuestro alrededor que hagan que el espacio se sienta más como nuestro hogar: fotografías, flores, tazas de café… ¿o una raíz arrancada de un pantano?…
Escolta en el valle
He oído personas que dicen: «No tengo miedo de morir porque sé que voy al cielo; ¡lo que me aterroriza es el proceso hasta llegar a la muerte!». Sí, como creyentes, anhelamos ir al cielo, pero quizá tengamos miedo de morir. Admitir esto no debe avergonzarnos. Es natural tenerle miedo al dolor que acompaña a la muerte, a separarnos de los seres amados, al posible empobrecimiento de nuestra familia y al remordimiento por las oportunidades terrenales perdidas.
Los dones
¿Viste ese paquete en tu banco de la iglesia? Exquisita envoltura, lindo lazo, caja grande. Hace que te preguntes qué hay adentro.
Mira por toda la iglesia y verás otros paquetes con una linda envoltura también. ¿Quién hizo estos obsequios? ¿Qué hay adentro?
Lee la tarjeta adjunta. Está firmada por Dios. Tú eres su obsequio a la Iglesia. Las otras…
Lecciones de una cerca
Cuando un viento huracanado derrumbó una parte de la cerca que rodea nuestra casa, mi primera reacción fue culpar al hombre que la había colocado pocos meses antes. Tras un momento de reflexión, me di cuenta de que la culpa era mía. Cuando estaba casi terminada, le dije al constructor que no hacía falta reemplazar cuatro postes de la cerca anterior con otros de cemento. «Solo fije la nueva cerca a los postes viejos —dije—. Quedará bien». Así fue… hasta que llegó el viento.
Señorita Buenas Obras
Un día, mi hija de cinco años de edad llegó a casa del kindergarten sin su abrigo. Había hecho frío y había llovido ese día, y todo lo que podía imaginarme era a mi hijita, afuera, en un recreo obligatorio de 30 minutos de duración con sólo una sudadera que la mantuviera abrigada a una temperatura de 2°C. Es algo…
Palacio del maíz
Todos los años, el Palacio del Maíz, en Mitchell, Estados Unidos, exhibe hermosos murales: aves volando, carruajes Conestoga camino al Oeste, tipis de los aborígenes norteamericanos y escenas rurales. No obstante, esos murales tienen una particularidad: están hechos de maíz, semillas y hierbas. Los que se exhiben al aire libre se reemplazan cada año; en parte, porque las aves hambrientas los comen.
Garantía de diamante
Me encanta cuando alguien le pide a mi esposa o a mí que contemos la historia de cómo nos comprometimos. Tenemos que preguntar: «¿Cuál de las historias?» La primera es dolorosa… y vergonzosa. Yo tenía el escenario perfecto: en la cumbre de una montaña en las Rocallosas bajo un cielo iluminado por la luz de la luna. Había comprado el…
Una iglesia en marcha
Mi esposa Shirley y yo disfrutamos de un crucero por los fiordos de Noruega, para celebrar nuestro 50º aniversario de casados. En el trayecto, paramos en varios pueblos y aldeas, y visitamos varias iglesias. Entre ellas, una del siglo xii, a la que nuestra guía describió orgullosamente como «una iglesia todavía en marcha». Le pregunté: «¿Qué quiere decir?». Se refería a la época de la iglesia estatal, cuando los pastores designados solo cobraban sus salarios, pero nadie asistía a los cultos. Sin embargo, esa iglesia había continuado con los cultos y sirviendo fielmente al Señor… ¡durante casi 1.000 años!