Algunas veces, tomar la decisión correcta puede ser muy difícil. Se hace incluso más difícil cuando tenemos dos o tres buenas opciones. Puede que nos preguntemos si a Dios le importa. Como cristianos, ¿cómo tomamos buenas decisiones en cuanto a las relaciones, el dinero, la universidad y el ministerio? La Biblia nos da algunos maravillosos principios para seguir. ¿Cuáles son algunas de las cosas que deben influir en el proceso de toma de decisiones de un creyente?

Todas nuestras decisiones deben cimentarse en una relación con Jesús, quien nos hace aptos para todo lo que el Padre tiene para nosotros. También debemos tener el deseo de conocer la voluntad de Dios. Si queremos su ayuda en la toma de nuestras decisiones, debemos tener el deseo de que Él nos muestre por dónde debemos caminar (Salmo 25:4-5).

No sólo necesitamos una relación personal con Jesús y el deseo de conocer su voluntad, sino que también debemos tener confianza en que Dios está listo para revelarnos su voluntad (Salmo 25:8-10). El seguidor de Jesús no opera por vista, sino por fe. Esto significa que estamos dispuestos a confiar en Dios a pesar de cómo se vean las cosas (Hebreos 11:17-19). Pero, ¿cómo guía Dios al creyente en la toma de decisiones?

A través de la Biblia. Hay muchas decisiones a las que no necesitamos dedicarles tiempo orando por ellas; simplemente tenemos que obedecer lo que Dios ya ha revelado en Su Palabra (Salmo 119:9, 11, 98-100).

A través de la guía motivadora del Espíritu(Juan 14:16-17, 26; 16:13- 15). El Espíritu Santo vive dentro de cada creyente, y da testimonio de la verdad de Dios y de la voluntad de Dios para nuestra vida.
A través de la intervención sobrenatural(Hechos 18:9).
A través de las circunstancias usuales e inusuales(Números 13:1-3;Hechos 6:1-4).
¿Mi parte en la toma de decisiones? Buscar la gloria de Dios y permanecer humilde en el proceso.  —MW