Quedé horrorizada y consternada por una historia en las noticias locales. El titular decía: «TAREASOBREELVUDÚ DISGUSTA A PADRES DE FAMILIA». Aparentemente se asignó un ejercicio de lectura comprensiva sobre el vudú (una forma de magia negra) como tarea en una escuela pública a estudiantes de 8 años de edad. La escuela ha ordenado en el ínterin que se cancele la asignación de dicha tarea. También se ha instruido a los profesores que sostengan deliberaciones sobre el tema y descubran las opiniones de los estudiantes y las corrijan si es necesario.

La asignación tenía la intención de complementar un capítulo sobre brujas y hechizos mágicos que se encontraba en un libro de textos para niños de 8 años de edad. El controvertido pasaje para lectura comprensiva aparece en prosa objetiva y promociona la práctica del vudú. Como resultado de ello, la escuela recibió quejas provenientes de padres de familia preocupados. Éstos temían que se estuvieran enviando mensajes subliminales a sus jóvenes hijos, quienes serían incapaces de distinguir los valores y la moralidad de tal información.

El artículo también citó las opiniones de un psiquiatra infantil que dijo: «La conclusión del pasaje es que el vudú puede hacer maravillas. Esto es algo muy controvertido, especialmente en un país multi religioso como Singapur, donde tenemos que tener cuidado en cuanto a promover creencias religiosas que no son la corriente dominante. Los niños de 8 años no pueden formarse juicios acerca de asuntos éticos como éstos.»

Cuando leí este artículo me di cuenta de que el sistema educativo está continuamente conformándose a las normas del mundo. Todo vale, no hay normas establecidas en cuanto a lo que es verdad. No hay negro y blanco, sino más bien muchas áreas grises.

Sin embargo, los cristianos no debemos vivir de tal manera. En 2 Timoteo 3, Pablo exhortó a Timoteo a que usara la Palabra como la guía a la verdad, y le advirtió que seguirá habiendo impostores de la verdad y que engañarán a muchos. Para poder presentarnos a favor e Jesús y vivir para Él en nuestro mundo hoy, tenemos que conocer la verdad y practicarla.  —JL