Un nuevo día
En un culto matinal al que asistí hace poco, la persona que abrió la reunión empezó con una oración que decía algo así: «Señor, gracias porque hoy es el comienzo de un nuevo día que nunca vimos antes». Aunque la idea parecía evidente, esa plegaria me hizo pensar en un par de cosas. En primer lugar, como cada día es una oportunidad nueva, estará llena de situaciones que no podemos prever ni para las cuales estamos preparados. Por esta razón, es importante que reconozcamos nuestras limitaciones y que dependamos plenamente de Dios, para que podamos vivir en su gracia y poder, en vez de supeditarnos a nuestros recursos personales.
Dios adora los adverbios
Estamos en pleno verano y a nadie le interesa recibir una lección de gramática. Pero todo empezó cuando escuché a una joven describir la mayor lección que había recibido por medio de su empleo el año anterior: «He decidido que lo que hago es simplemente tan importante como la manera en que lo hago —dijo—. ¡Creo que a Dios realmente…
Recolección de ofrendas
Ed Dobson, pastor de la congregación a la que yo asistía, solía decir que no le gustaba predicar sobre las ofrendas para la iglesia. Como su trabajo anterior exigía que se recolectaran fondos, le desagradaba imponerle a la gente presiones innecesarias. Sin embargo, cuando estaba enseñando 2 Corintios y llegó a los capítulos 8 y 9, no pudo evitar el tema. Lo que más recuerdo de ese mensaje fue la ilustración que utilizó. Puso en el suelo el plato donde se recolectaban las ofrendas, colocó los pies encima y permaneció allí mientras hablaba sobre la importancia de dar todo nuestro ser al Señor, no solo las billeteras.