Toma un momento para pensar en las riquezas que Dios te ha dado en su asombrosa gracia. Cuando experimentas este regalo, no puedes evitar vivirlo en voz alta y compartirlo con los demás. La gracia de Dios…
les es dada a los corazones humildes (Proverbios 3:34)
les es mostrada a los pecadores (Isaías 26:10)
la pierden los que eligen seguir a dioses menores (Jonás 2:8)
es derramada sobre aquellos a quienes Él ama (Zacarías 12:10)
se encuentra en Jesús (Lucas 2:40)
es la fuente de la verdadera bendición (Juan 1:16)
es lo que nos lleva a creer en Él (Hechos 15:11)
nos edifica (Hechos 20:32)
es la razón por la que somos justificados ante los ojos de Dios
(Romanos 3:24)
se recibe por fe (Romanos 5:2)
se desborda hacia todas las personas que nos rodean(Romanos 5:15)
es más grande que todo nuestro pecado (Romanos 5:20)
reina en justicia (Romanos 5:21)
es la razón por la que somos escogidos por Él (Romanos 11:5)
está alcanzando a las personas y nos hace ser agradecidos
(2 Corintios 4:15)
hace posible que hagamos buenas obras (2 Corintios 9:8)
es suficiente para nosotros en medio de las pruebas
(2 Corintios 12:9)
la recibimos libremente en Jesús (Efesios 1:6)
es la fuente de nuestra salvación (Efesios 2:5)
ha de revelarse en nuestras palabras (Colosenses 4:6)
nos llena de ánimo y de esperanza (2 Tesalonicenses 2:16)
nos llama a una vida santa (2 Timoteo 1:9)
es algo en lo que debemos ser fuertes (2 Timoteo 2:1)
es la razón por la que Jesús pudo «probar la muerte por todos»
(Hebreos 2:9)
nos ayuda en nuestro momento de necesidad (Hebreos 4:16)
fortalece nuestro corazón (Hebreos 13:9)
se extiende a los demás a través de nosotros (1 Pedro 4:10)
es un regalo en el que debemos crecer (2 Pedro 3:18)
ha de verse en ti y en mí. Amén (Apocalipsis 22:21).
—TF