Month: Abril 2012

Donde van los pecadores

Mi amigo sabía que estaba hablando con alguien que no tenía muchas cosas buenas que decir de la fe cristiana. Sabía que si sonaba demasiado «religioso», dicha perso cortaría cualquier oportunidad que mi amigo tuviera pa compartir su fe. Así que, en medio de su conversación, mi amigo le preguntó: «Oye Bob, ¿sabes a dónde van los pecadores?»

Bob sonrió.…

Respuestas cordiales poderosas

Mientras atravesaba un túnel a la hora de más tránsito, se me descompuso el auto. Los airados conductores expresaban su frustración mientras se esforzaban para pasar por el costado. Al final, una grúa remolcó el coche a un taller. Poco después, volvió a averiarse y me dejó varado en la carretera interestatal, a las dos de la mañana. Otra vez al taller…

El cuerpo

Llegué a la funeraria 20 minutos antes de la hora programada para el inicio del servicio, y quedé sorprendido al encontrar el estacionamiento vacío y la puerta de entrada cerrada con llave. ¿Había llegado en el momento equivocado o en el día equivocado?

Finalmente, una dama abrió la puerta y me dijo que el servicio de las 11 a.m. había…

Esperanza para un «embarrador»

Cuando mi esposo construyó una galería delante de nuestra casa, esperaba que algún día un pájaro hiciera allí su nido. Por eso, dejó una inclinación en la parte superior del poste esquinero. Más tarde, nos reíamos orgullosos cuando veíamos que los petirrojos se esforzaban al máximo para apoderarse del lugar para construir un nuevo hogar. Los montones de hierba en el piso revelaban sus malogrados esfuerzos. Sin embargo, después de dos días de lluvia incesante, vimos que había aparecido un nido en el mismo sitio que considerábamos imposible. Debido a la lluvia, la Sra. Petirrojo pudo hacer un poco de argamasa de barro. Entretejiéndolo con ramitas y hierba, nuestra decidida amiga emplumada se había construido un nido nuevo. Había perseverado.

Ciudadanos extranjeros

¿Qué se sentiría ser E.T. y estar varado en un lugar desconocido en donde todos se ven diferentes a nosotros, hablaban un dialecto extraño, y no tienen idea de nuestra historia o de nuestras raíces? Aunque con el tiempo podríamos encontrar unos cuantos amigos y sentirnos menos desconcertados por lo que nos rodea, esas ganas de ir a casa, el…

Corre hacia la cruz

Cada vez que se alerta sobre un maremoto en la costa norte de Maui, en Hawái, la gente que vive en la localidad de Hana sube corriendo por la ladera de una montaña, para refugiarse en un lugar elevado. Hace muchos años, unos misioneros colocaron cerca de allí una cruz alta de madera. Para protegerse físicamente, la gente corre al sitio donde está ubicada esa cruz.

Un corazón herido

El sol se estaba ocultando detrás de la colina. En la cima, una cerca desgastada por el tiempo definía la gran tumba común que contiene los cuerpos del pueblo Lakota masacrado en Wounded Knee.

Mi equipo misionero y yo nos detuvimos en las faldas de la solitaria colina y escuchamos las palabras de una mujer llamada Cecilia Oso Manchado. Supimos…

¿Demasiado servicial?

¿Es posible ser demasiado servicial? ¿Puede nuestra amabilidad, a la larga, dificultarles la vida a los demás? Sí, si somos pesados, impertinentes, asfixiantes, manipuladores o dominantes. Si lo único que motiva nuestro servicio es la ansiedad, quizá estemos simplemente tratando de ayudarnos a nosotros mismos.

La fe es…

Por la manera en que la gente habla, se puede tener la idea de que la fe no es nada más que una forma espiritualizada de hacerse ilusiones. El lema «Sólo tiene que creer» lo decora todo, desde sudaderas hasta tapices para la pared. Pero el tipo de fe que esas dos palabras propugnan tiene que ver más con el…

No hay mayor amor

Guillermo y su esposa viajaban por las Montañas Rocosas, cuando un camión que les pasó sumamente cerca hizo que su automóvil empezara a tambalearse, se saliera del camino y cayera en el Río Colorado. Después de esforzarse para salir del vehículo que se hundía, lucharon frenéticamente contra la corriente. El conductor de un camión, que había visto el accidente, corrió por la ribera y les arrojó una soga. Guillermo nadó hasta donde estaba su esposa, la sujetó y la arrastró hasta hacer que se aferrara a la soga… y aquel hombre, desde la orilla, la sacó. Sin embargo, el agua arrastró a Guillermo y no sobrevivió. Había dado su vida por la mujer que amaba.