Month: febrero 2012

El matrimonio es… ¿qué?

En la película The Princess Bride[La novia princesa], nuestra familia siempre se ríe cuando llegamos a la parte donde el clérigo dice, de una manera pomposa y altiva: «El matrimonio… es lo que nos reúne hoy.»

¿Quién habría jamás pensado que en nuestra sociedad estaríamos diciendo: «El matrimonio es lo que nos desgarra hoy»? Una gran controversia se ha producido…

Un hombre cariñoso y sabio

Cuando el Dr. Vernon Grounds, ex rector y consejero del Seminario Denver, partió para estar con el Señor a los 96 años de edad, sus antiguos alumnos, colegas y amigos enviaron innumerables recordatorios y homenajes. Casi todos se acordaban de una ocasión cuando el Dr. Grounds los había animado personalmente mediante sus enseñanzas, consejos o, tan solo, su cálida sonrisa. Él creía en la importancia de capacitar a pastores, maestros y consejeros que tenían una relación vital con Cristo y disposición para servir a los demás.

Riesgo en la rampa

Ami hijo le encantaba la rampa para bicicletas que recibió para su cumpleaños. Estaba montando bicicleta sobre ella y «recibiendo un poco de buen aire» tal y como lo describió, pero luego sucedió. Estaba «volando» por el aire, y cuando aterrizó, se dio la vuelta sobre los manubrios. ¡Gracias a Dios por los cascos!

Desde entonces no ha vuelto a…

De otra clase

En la trilogía de la Guerra de las galaxias hay una escena que me recuerda a algunas personas de la iglesia. En un establecimiento de algún rincón remoto de la galaxia, unas criaturas de aspecto grotesco comparten música y comida. Cuando Lucas Skywalker entra con sus dos droides, C3PO y R2D2 (que son más «normales» que los otros), sorprendentemente lo rechazan con un cortante desplante: «¡Aquí no atendemos seres de esa clase!».

¡Qué cabalgata!

¿Le ha dado a usted por montar a caballo? Francis Asbury montó más de 9.600 kilómetros al año a caballo durante casi medio siglo.  A pesar de su mala salud, se obligaba incansablemente. Siempre de un lado para el otro, Asbury se sostenía con tasajo de carne de venado, uno de los pocos alimentos que no se echaban a perder…

Juicio al diablo

El diablo y Daniel Webster es un cuento corto de Stephen Vincent Benet. En él, Jabez Stone, un granjero de Nueva Inglaterra, tiene tanta «mala suerte» que le vende su alma al diablo para volverse próspero. A la larga, el diablo aparece para cobrarle la deuda a Jabez, pero llaman al eminente abogado Daniel Webster para que lo defienda. Mediante una habilidosa serie de argumentos, Webster gana el caso contra el diablo y Jabez se salva de la perdición.

Ansias de Dios

¿Realmente será posible que tener a Dios sea más nutritivo, estimulante y placentero que las sensaciones y los variados tonos de placer que incitan mis sentidos desde el amanecer hasta el anochecer? «El que tiene a Dios y todo lo demás no tiene más que el que sólo tiene a Dios» —dice C.S. Lewis en su libro The Weight Of…

Viajando con lujo

Los fabricantes de automóviles ofrecen una selección de asombrosas características diseñadas para hacer de tu viaje al centro comercial o al trabajo algo más sencillo y lujoso que nunca. Si cuentas con el dineral para pagarlo, puedes conseguir:

1. Identificación por las huellas dactilares. Si tocas el centro del timón y los asientos, los espejos se ajustan automáticamente a tu…

Vigorosos y verdes

En el Salmo 92, el poeta comienza con un elogio a la alabanza: «Bueno es alabarte, oh Señor». ¿Bueno para qué? Bueno para ti y para mí. A nuestra alma le hace inmensamente bien alejarse de la ansiedad mental y llenar las jornadas con alabanza expresada en oración; recibir cada mañana elevando cánticos de gratitud, porque nos colma de alegría. Nos saca de la angustia y reemplaza nuestra tristeza con cánticos de gozo ante «las obras de [sus] manos» (v. 4). ¿Y cuál es esa obra? ¡La que el Señor está haciendo en nosotros!

El juego de la espera

Camino de un lado al otro frente a la ventana de mi sala, sintiéndome inútil porque no hay a dónde ir. Han pasado dos años desde que me gradué con un título en ciencias de la computación, y todavía no tengo trabajo. ¿Por qué es que desde que le dediqué mi vida a Dios todo parece haber quedado paralizado? En…