Crecí tocando discos que se ensuciaban, se rayaban y se dañaban. Cada manchita y daño se podía escuchar a través de los parlantes como un silbido o un salto. Algunas veces, la aguja se atascaba y tocaba la misma tonada una y otra vez. En un viejo disco de 45, Elvis seguía dando una caminata down Lonely Street… down Lonely Street… down Lonely Street[por la calle de la Soledad…] hasta que yo le daba un codazo al plato y lo ayudaba a llegar al Heartbreak Hotel(Hotel Rompecorazones).
Le di la bienvenida a la grabación digital y a los CDs con entusiasmo. Los únicos chasquidos, crujidos y saltos estaban ahora en mi tazón de cereal.
Hoy parece que los artistas de la grabación encuentran el sonido puro demasiado estéril, así que están usando efectos digitales para poner ruido a sus álbumes. Randy Lewis, quien escribe en el diario Los Angeles Times, compara el proceso al de los vaqueros prelavados o al de los muebles nuevos que intencionalmente son golpeados y arañados para que se vean viejos. Lewis dice: «Las imperfecciones de hoy creadas como por arte de magia en la computadora pueden proveer un atajo para obtener carácter instantáneo, algo similar a los trucos de postproducción que pueden hacer que las películas nuevas se vean como picadas y arañadas en blanco y negro.»
El «carácter instantáneo» puede fabricarse en el estudio, pero el sazón que distingue a una persona sólo viene con el tiempo, el esfuerzo y la experiencia en la vida.
En Romanos 16, Pablo mencionó los nombres de una gran cantidad de personas que se habían ganado su respeto y aprecio por su generoso servicio a Jesús. Priscila y Aquila arriesgaron su vida por él (vv.3-4). Andrónico y Junias estuvieron en prisión con Pablo y «se destacan entre los apóstoles» (v.7). Apolos fue «aprobado en Cristo» (v.10).
Sus heridas eran reales y todos habían ganado una insignia de honor por el servicio, no por el éxito. Las circunstancias desafiantes los habían transformado en personas cuyo carácter fue probado y hallado fiel. Pablo los alabó grandemente por darle ánimo a él y por su lealtad a Jesús.
El carácter cristiano se forma a través de la confianza en Dios en las pruebas un día a la vez. No hay atajos. Pero a medida que el proceso continúa, serás sazonado mientras los demás reciben ayuda y fortaleza a través de ti. —DCM