Cuando tuve que tomar decisiones relacionadas con la universidad y mi carrera, había un acuerdo común (incluso entre los incrédulos) de que la vida de cada persona tiene un propósito, de que hay algo que se supone que cada persona haga Dos veces tuve una sensación abrumadora de que el propósito de Dios para conmigo era que yo pasara mi vida sirviéndole en alguna clase de ministerio. La primera sensación de llamamiento vino luego de escuchar una charla misionera en el culto de una iglesia, y la segunda fue cuando era consejero en un campamento en los montes canadienses.
No hay duda de que el Nuevo Testamento presupone el llamamiento de Dios en nuestra vida. Romanos 1 está lleno del sentido del llamamiento: Pablo fue llamadopara ser apóstol, y todos nosotros somos llamadosa la obediencia, llamadosa Jesucristo, y llamadosa ser santos. Los llamamientos suponen lo general y lo específico. De manera general, todos los cristianos son llamados a seguir a Jesús, a la obediencia y a ser santos que lleven vidas piadosas. De manera específica, Pablo fue llamado a su ministerio por medio de una aparición tan brillante de Jesús que lo cegó (Hechos 9).
Es improbable que Dios te llame con un espectáculo de luces láser, pero Él sabe qué es lo mejor que puedes hacer en la vida porque te hizo. Os Guinness dice en su libro The Call(El llamamiento): «Básicamente no somos llamados a hacer algo ni a ir a algún lugar; somos llamados hacia Alguien.… Nuestros dones y destino no se encuentran de manera expresa en los deseos de nuestros padres, en los planes de nuestro jefe, en la presión de nuestro grupo de colegas, en las perspectivas de nuestra generación o en las demandas de nuestra sociedad. Más bien, cada uno de nosotros tiene que conocer su propio diseño único, el cual es el diseño que Dios tiene para nosotros.»
Si eres hijo de Dios, entrégate a su llamamiento y síguelo cada día. Sigue yendo a la iglesia y pasando momentos de quietud a solas para conocer a Jesús y descubrir cuál es el propósito para el cual te ha hecho. No te preocupes por un llamamiento a una vocación específica. Sigue obedeciéndole y pidiéndole que produzca sus propósitos especiales en ti y a través de ti. –DO