En una columna en línea, Randy escribe acerca de noticias extrañas –pero ciertas– que recoge de periódicos de todo el mundo. Cuando a un lector no le gustaba alguna historia que Randy había escrito y sugería algún lugar adonde le gustaría vivir, Randy creaba la tarjeta «Salga gratis del infierno». Usando el juego de monopolio como inspiración, Randy produjo tarjetas de parodia que se parecen mucho a las tarjetas originales que dicen: «Salga de la cárcel».
Hummm. Muy inteligente. Imagino que Randy no cree que en ealidadexista un lugar llamado infierno. Si así fuera, probablemente no estaría haciendo bromas al respecto. Muchas personas creen que el infierno es el lugar adonde terminarán la mayoría de sus amigos. Usted sabe, tal vez como en la escena del bar en la Guerra de las galaxias, un poquito raro pero mayormente un lugar amistoso, adonde se puede estar con los amigos y pasarla bien.
Pero el infierno no será un lugar de diversión. Jesús dijo que es un lugar adonde habrá llanto y crujir de dientes. Es un lugar de «fuego» (Mateo 13:40-42; 25:41; Apocalipsis 20:15), «tormento»‚ (Lucas 16:28) y «castigo eterno» (Mateo 25:46).
En el infierno no habrá cosas buenas como la amistad porque Dios no estará allí. La Biblia dice que «toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto» (Santiago 1:17). El amor, el gozo, la paz, la benignidad, la bondad y la fe no existirán en el infierno por cuanto son fruto del Espíritu. «Dando retribución a los que no conocen a Dios, y a los que no obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesús. Estos sufrirán el castigo de eterna destrucción, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder» (2 Tesalonicen-ses 1:8-9).
Nadie en realidad quiereir al infierno. Pero al no elegir a Jesús, las personas eligen ese destino final. Sólo a través del sacrificio de Jesús, el Hijo de Dios, cualquiera de nosotros puede evitar ese Jesús, el Hijo de Dios, cualquiera de nosotros puede evitar eseterrible lugar.
¿Cuál es la única manera de «salir realmente gratis del infierno»? Creyendo que Jesús, quien nunca pecó, fue crucificado. Cree que Su sacrificio en la cruz del Calvario pagó por tu pecado. Cree que Él resucitó después de tres días. La vida de Jesús fue el costo de la deuda tuya. No fue gratis para Él, pero lo es para ti. Confiesa que eres pecador y pídele a Jesús que te salve. —CK