Mi papá acaba de cumplir 90 años, y sus capacidades físicas están menguando. Todavía puede caminar con su andador, pero necesita que alguien le prepare la comida y lo ayude con otras tareas.
Mi hermano mayor, Steve, y su esposa, vivían cerca de su casa; entonces, decidieron mudarse con él para cuidarlo. Mi esposa y yo deseábamos ayudar de algún modo, así que, viajamos en avión desde el otro lado del país para quedarnos con papá mientras mi hermano y mi cuñada se iban de vacaciones para descansar. Nos encantó pasar un tiempo con mi padre y nos alegró aligerar la carga de Steve y Judy, aunque solo fuera por unos días.
La Biblia nos dice: «…honra a tu padre y a tu madre» (Efesios 6:2). Un comentario del Nuevo Testamento dice que honrar a alguien es «tratarlo con deferencia, respeto, reverencia, bondad, cortesía y obediencia, tal como la situación en la vida de esa persona […] lo demande».
Para los hijos pequeños, esto significa obedecer a papá y a mamá. Para los jóvenes, exige que respetes a tus padres aunque pienses que sabes más que ellos. Para los jóvenes adultos, quiere decir que debes hacerlos parte de tu vida. Y para los que están en la mitad de la vida y más allá, significa asegurarse de atenderlos a medida que envejecen y que su salud empieza a declinar.
¿Cómo puedes honrar a tus padres esta semana?