Antes de cada vuelo espacial, los astronautas de la NASA rellenan un formulario que contiene una «última petición» Cuando Rick Husband, el comandante del Columbia, ntregó su formulario, incluyó una nota especial para su pastor: «Hábleles de Jesús. Es una realidad para mí.»
Esa petición se ha cumplido por todo el país en artículos de periódicos, documentales de TV y revistas. Parte de la historia de la trágica destrucción del Columbia es que dos de sus tripulantes, Rick Husband y el comandante de la tripulación Michael Anderson, además de muchos científicos espaciales, asistían a la iglesia Grace Community Church de Houston, localizada cerca del Centro Espacial Johnson.
Estos hombres y mujeres, junto con otros en todo el mundo, son científicos de primera que colocan su fe en el Dios vivo. Desafían la vieja máxima de que la religión y la fe no ligan bien; que un verdadero científico no puede ser una persona de fe, y que un verdadero creyente no puede ser científico.
Rick Devera, un antiguo ingeniero de la NASA, lo explicó de la siguiente manera: «La fe llenaba los huecos [para Rick y Michael] cuando la ciencia no tenía respuestas.» El pastor Steve Riggle comentó: «Mientras el verdadero científico más descubre los intrincados detalles de cómo Dios lo arregló todo, más tienen que admitir que [la creación] no ocurrió por accidente.»
Rick Husband y Michael Anderson pusieron su fe en práctica en su iglesia y en sus hogares. Oraban. Ponían acción a su fe. Causaron un impacto con sus vidas. Rick grabó una serie de cintas devocionales para que sus hijos las vieran mientras él estaba ausente. En su discurso a la tripulación antes de despegar, leyó Josué 1:7-9: «Sé fuerte y valiente.»
A veces es difícil que los creyentes respondan a los descubrimientos de la ciencia y las afirmaciones del naturalismo. No podemos contestar todas las preguntas ni explicar todos los descubrimientos. Pero sí podemos señalar la fe de Anderson y Husband, y de muchos científicos y matemáticos como ellos, y saber que son hombres y mujeres que creen en Dios.
Y Él se está ocupando de que la petición de Rick —hábleles de Jesús— se cumpla. —DCE