A medida que rápida y forzosamente atravesamos la primera parte de este nuevo siglo, vemos que aumentan las personas que cuestionan los patrones respetables del pasado. Esto lo detalló claramente una joven estrella de la música pop; una muchacha que profesaba creer en Jesús.
Mientras discutía sobre los estándares de modestia en su vestimenta, descartó la crítica sobre su escasa ropa diciendo: «Eso es una escuela demasiado antigua».
Esta joven tiene, y no, razón. En cierto modo, es correcto, ya que los patrones de vestir para los creyentes son «antigua escuela»: se escribieron hace más de 2.000 años. Sin embargo, su actitud que supone que tales patrones pueden ser dejados de lado es incorrecta. En el sentido más preciso, los principios de la Biblia no son «antiguos», sino eternos. Aunque se escribieron hace siglos, continúan vigentes y aplicables.
Respecto al tema de la modestia, cuando la Biblia dice que las mujeres deben vestirse «de ropa decorosa» (1 Timoteo 2:9), aún está vigente la verdad de que no debemos vestirnos para captar la atención sobre la persona misma. Un principio más general, «No os conforméis a este siglo, sino transformaos…» (Romanos 12:2), es un mandato del año 2011 que puede guiarnos en el tema de cómo vestirnos.
Así que, si eres una estrella del pop o un habitual asistente a la iglesia, no te preocupes por ser de la «antigua escuela» si lo que estás haciendo está de acuerdo con el Libro.