Tal vez hayas visto una calcomanía sobre un parachoques que dice: MI KARMA ATROPELLÓ A MI DOGMA. Esa oración expresa un dilema que todos tenemos: ¿qué puedo hacer cuando mi pasado es más poderoso que mi pre sente; cuando lo que he hecho parece ser más fuerte que lo que quiero hacer; cuando lo que siento es más influyente que lo que creo?

Karma es un concepto hindú arraigado en la idea de la reencarnación. La ley del karma dice que mis acciones en una vida anterior dictan mis circunstancias presentes. Si hago buenas cosas ahora, tendré una situación mejor en mi próxima vida. «Lo que va viene.»

Dogma es un credo, doctrina o creencia. El cristianismo está fundado sobre la Biblia como nuestra autoridad para la manera en que vivimos y servimos a Dios cada día. Lo que creemos debería determinar lo que hacemos. Pero la doctrina puede a menudo parecer débil y sin calor ni sentimientos. Cuando nos sentimos desalentados por las dificultades o los fracasos, es fácil ceder a la idea de que somos quienes somos y que en realidad no podemos cambiar. Por tanto, si te hace sentir bien hazlo.

Las buenas nuevas del evangelio son que Cristo ha irrumpido en el tiempo con una dimensión de la vida totalmente nueva: «Por consiguiente, no hay ahora condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús te ha libertado de la ley del pecado y de la muerte» (Romanos 8:1-2). No se trata de nuestro rendimiento personal mejorado, sino de nuestra fe en el Hijo de Dios lo que nos colocó en un camino distinto y nos da el poder para permanecer en él.

Nota cuántas veces las palabras mentey cuerpoestán vinculadas con Romanos 8. Cuando Cristo vive en nosotros, habita en todas las partes de nuestra vida y les da poder. Ya no tenemos que obedecer los pensamientos negativos de nuestra mente ni los apetitos destructivos de nuestro cuerpo. Romanos 8 es un pasaje que llama al estudio, la meditación y la consideración en actitud de oración. Su doctrina, que da vida, conduce a una existencia controlada por el Espíritu Santo y llena de poder y paz.  —DCM