¿Comiste tu cereal esta mañana? ¿Y la avena? Los estudios sobre la salud dicen que comer esos alimentos es bueno para el corazón. ¿Fuiste a la iglesia el domingo? La agencia Reuters informa que un estudio llevado a cabo en los Estados Unidos concluyó que «la gente que asiste a cultos religiosos al menos una vez al año tenía niveles más bajos de un marcador de inflamación vinculado con enfermedades del corazón que aquellos que nunca asistían a cultos religiosos».

El informe sugiere que el «beneficio de asistir a cultos puede no ser el acto de la asistencia en sí mismo, sino más bien la capacidad que tiene la religión de causar un efecto positivo en la vida de las personas. Por ejemplo, suministrando una comunidad sana, lo cual puede proporcionar una red de apoyo social. Los asistentes pueden tener niveles más bajos de tensión que aquellos que no aceptan la religión porque la fe puede dar a la gente una mejor forma de contestar las preguntas del universo».

Hebreos 10:25 nos dice que no dejemos de congregarnos. La asistencia a la iglesia es vital para nuestra salud espiritual en general. El aplicar a nuestra propia vida lo que aprendemos en la iglesia y lo que aprendemos de otros creyentes forma parte del proceso de llegar a ser más como Cristo. No fuimos hechos para que anduviéramos solos, sino para que nos uniéramos a una comunidad de creyentes en Jesús.

Aunque el asistir a la iglesia puede o no beneficiar nuestro corazón físico, es seguro que beneficia nuestro corazón espiritual.
David se alegraba de poder ir a la casa de Dios. Muchas veces en los Salmos leemos expresiones como estas: «Yo me alegré cuando me dijeron: Vamos a la casa del SEÑOR» (122:1). «Una cosa he pedido al SEÑOR, y esa buscaré: que habite yo en la casa del SEÑORtodos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del SEÑOR, y para meditar en su templo» (27:4). Ve a la iglesia para que tengas un corazón y un alma sanos.  —PW