Mientras Amelia, de 19 años de edad, esperaba en el consultorio del médico, reconoció que a través de los altavoces se interpretaba el conocido himno ¡Cuán tiernamente el Señor nos convida! Recordar las palabras la hizo sonreír. ¡Quizá una canción cuya letra dice «vienen las sombras, se acerca la muerte» no sea la música de fondo más apropiada para un consultorio médico!

A algunos, este antiguo himno les resulta demasiado sentimental, pero el mensaje del estribillo puede ser alentador para el pecador descarriado:

Cuando un creyente sustituye la voluntad de Dios con la suya, se halla en un estado de alejamiento, fuera de la comunión con el Señor y en una condición nada envidiable. Aunque a veces cedemos ante nuestra naturaleza egocéntrica, Dios siempre está dispuesto a recibirnos de vuelta. Debido a Su «misericordia» y a Sus «piedades», se goza cuando abandonamos nuestros caminos rebeldes, regresamos a Él y le pedimos perdón (Salmo 51:1-2; Lucas 15).

¿Tu mente y tu corazón se han alejado de tu Salvador? Jesús te está llamando y esperando que vuelvas a casa.