¿Eres adicto al tiempo? Yo confieso que lo soy. Veo el canal del tiempo en la TV por cable y lo primero que miro en el periódico es el pronóstico del tiempo. Sigo el rastro de los frentes fríos de la misma forma en que algunas personas siguen sus equipos favoritos en los juegos finales.
ambién es práctico hacerlo. Mis amigos vienen donde mí suplicando cuando van a ir a un día de campo al día siguiente. Gracias a la tecnología del satélite y a mis compañeros del canal del tiempo, nos acercamos bastante a la verdad.
La gente ha estado pronosticando el tiempo durante siglos. Incluso mucho antes de la televisión, no lo hacían tan mal. Jesucristo lo reconoció en Mateo 16:3.
Jesús hasta señaló que esas habilidades de predicción no se extienden a los asuntos espirituales. Es por eso que los fariseos no pudieron hacer un buen trabajo para pronosticar los tiempos desde una perspectiva profética.
Primero, fíjate en Mateo 24:27-29. Describe un tiempo bastante malo: un sol que se oscurece, cielos que se estremecen. Cuando todo eso suceda, será demasiado tarde para los que no escucharon el «pronóstico».
El pasaje describe «el día del Señor», el tiempo cercano al regreso de Jesús a la tierra. El único pronóstico será vida eterna para los que han confiado en Él, y oscuridad eterna para los que no lo hayan hecho.
Eso plantea la siguiente pregunta: «Entonces, ¿por qué puso Dios el pasaje ahí?» Hasta que suceda, sigue siendo un pronóstico. Todavía tienes tiempo de decir a la gente que se prepare. ¡No lo desperdicies!
Entonces, ¿cómo va a estar el tiempo mañana? Llámame (o elimina el intermediario y míralo tú mismo). Y no ignores tampoco el pronóstico de la Biblia. —JC