Ultimamente ha habido muchas cosas malas en el mundo. Guerras, bombardeos, escándalos corporativos, el arresto y convicción de un congresista estadounidense por cargos de corrupción y luego la historia siguiente:
Una camioneta en Chicago hace un giro brusco, se sube por el contén y se mete en un pórtico lleno de gente hiriendo a tres mujeres. Los que por allí estaban mirando se tomaron la justicia en sus manos… literalmente. Golpearon al hombre de la camioneta con los puños, los pies, ladrillos y piedras hasta que lo mataron. Según el artículo que leí, esto sucedió en un vecindario de personas de ingresos medios que «durante décadas había luchado con la demolición y el abandono, actividades pandilleras y de drogas».
Eso me puso a pensar en un comentario sarcástico hecho en una columna por Charles Krauthammer cuando escribió sobre personas cuyas ideologías diferían de la suya propia. Dijo: «Sin duda son depravados porque los han privado. Sí pudiéramos corregir las condiciones sociales como eliminar la pobreza, ense ñar a manejar la ira, restaurar el ozono … entonces todo el mundo se tomaría de las manos con caras sonrientes y se mecerían cantando juntos “Venceremos”.»
Es verdad que algunos problemas ocurren porque la gente ha sido privada. El entorno, sus necesidades no satisfechas o sus deficientes ejemplos pueden influir a la gente. Pero no debemos olvidar nunca que el mayor factor en la delincuencia y la razón por la que hay tantos disturbios en el mundo es que somos depravados. Somos pecadores. Adán y Eva iniciaron la depravación en el Edén cuando optaron por rebelarse contra Dios, y desde entonces ha estado presente (Romanos 5:12).
Las buenas nuevas son que no tenemos que permanecer perdidos en nuestra depravación. Gracias al precioso regalo de Dios de su Hijo, no tenemos que vivir como ignorantes (2 Corintios 5:17). Nuestras necesidades han sido satisfechas por Aquel que nos muestra la manera correcta de vivir. Él es el ejemplo perfecto.
Jesús nos puede ayudar a vivir vidas buenas en un mundo de malas noticias. —PW