¿Qué da? Parece que adondequiera que voy, la gente busca recibir algo. Si examino mi propio corazón veo los mismos deseos de obtener, obtener, obtener (mejor aún si es gratis, gratis, gratis).
Se trata de algo más que una etapa, más profundo que el deseo, es una rabia constante, un fuego consumidor. El deseo da a luz al pecado, y el pecado da a luz la muerte (Santiago 1:15).
¿Qué da?
Veo gente que da para recibir. Veo compañías que dan dinero
para mejorar su imagen corporativa. Veo países que hacen donaciones para ganar.
Yo desconfío de esta manera de dar. Se basa completamente en recibir algo. ¿A dónde se fue el dar?
¿Qué da?
Una cosa que se ve cuando damos de la manera equivocada es nuestra compasión. Dejamos de dar por amor para ayudar a los demás.
Dios da. Da más de lo que merecemos. Da con mano soberana. Da por su profundo amor.
¡Dios da!
Dios no da para recibir. Da por su carácter. Da cualquier cosa buena que necesitemos (Números 10:32). No nos da lo que quere mos egoístamente.
Dios nos da «pan de escasez y agua de opresión» cuando necesitamos aprender (Isaías 30:20). También da fortaleza cuando somos débiles y estamos listos para dejarnos vencer (40:29).
¡Dios da!
Dios nos da la victoria, victoria sobre el pecado y la muerte (1 Corintios 5:57). Nos da una vida de verdad (2 Corintios 3:6). Nos da mayor gracia (Santiago 4:6) y una esperanza para siempre.
Dios da perfectamente, llenándonos de bendiciones. Lo que viene de su mano es para nuestro bien y en esa verdad se pueden entender todas las cosas.
¡Dios da!
Démosle a Él de vuelta. Démosles a los demás.
Dios da.¿Qué vamos a dar hoy? —TF