Month: diciembre 2010

El verdadero dueño

¿Oíste sobre esa iglesia que no tenía suficiente lugar para estacionar los vehículos? Por fortuna, estaba justo al lado de una tienda que los domingos estaba cerrada, así que, un miembro de la congregación le preguntó al dueño si podían ocupar el lugar. «No hay problema— dijo él. —Pueden usarlo 51 semanas en el año. Pero la 52, estará cerrado con una cadena». El hombre de la iglesia estaba agradecido, pero, por curiosidad, preguntó: «¿Qué pasa esa semana?». El dueño de la tienda respondió: «Nada. Sólo quiero que recuerden que el estacionamiento no es de ustedes».

El tiempo de Dios

Mi amigo de la universidad iba a obtener el control de una gran herencia que le dejó su abuelo cuando cumpliera 25 años. Esa era la edad estipulada en el testamento y hasta entonces, no podía tocar el dinero. Pero Bob no quería esperar hasta que tuviera «un cuarto de siglo» de edad para agarrar el dinero. ¡Imagínate el auto…

Dice, decimos

Mientras mi esposa me contaba lo que había hecho durante el día, mencionó un incidente con nuestra nieta que estaba de visita en casa. Eliana había estado entreteniéndose con algunos juguetes y después quiso ir a otra parte de la casa. Entonces, la abuela le dijo: «Eliana, primero tienes que guardar los juguetes». Sin dudar ni un instante, la pequeña le contestó: «No tengo tiempo».

La larga espera

La noche parece pasar lentamente. No puedes dormir. Te la pasas mirando el reloj. ¿Cuándo llegará la mañana? Por tu mente pasan toda clase de pensamientos respecto a lo que hay en la enorme caja que tiene tu nombre.
Finalmente amanece. Saltas de la cama, miras por la ventana y gritas: ¡Es… 25 de diciembre! El mes anterior a la…

¡Asombroso!

La historia de la Navidad, registrada en Mateo y en Lucas, se ha vuelto tan conocida que me pregunto si llegamos a captar la importancia de lo que realmente sucedió: Un ángel le dijo a una muchacha virgen que ella concebiría un hijo por el poder del Espíritu Santo (Lucas 1:26-38). Después, ese ángel le dijo al novio de la joven que se casara con ella y que le pusiera al niño el nombre Jesús, «porque él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mateo 1:21). Los pastores vieron ángeles en el cielo que les comunicaban que un Salvador nacería en Belén (Lucas 2:11). Unos hombres sabios viajaron miles de kilómetros para adorar a Aquel a quien denominaron «el rey de los judíos, que ha nacido» (Mateo 2:2). ¡Asombroso!

En territorio enemigo

Una vez, durante la Primera Guerra Mundial, el combate entre las trincheras era inusualmente violento. Estaba cerca la Navidad y un soldado alemán que trató de correr a una posición diferente fue alcanzado por el fuego norteamericano. Se enredó en los alambres de púas, donde sus aterrorizados gritos se convirtieron al poco tiempo en quejidos. Entonces, un compasivo y joven…

¿Paz en la tierra?

No querría provocar una pelea contra un cielo repleto de ángeles, pero debo admitir que siempre me he preguntado sobre la promesa de paz que la hueste angelical les hizo a los pastores en los campos aledaños a Belén. En los últimos 2.000 años, la paz en nuestro planeta ha sido, al menos, un ente extraño. Las guerras siguen cobrándose vidas inocentes, la violencia doméstica es una tragedia creciente, los divorcios aumentan terriblemente, las iglesias se dividen y la paz en nuestro corazón intranquilo y descarriado parece ser un sueño inalcanzable.

Comunicación rota

El 19 de mayo de 1998 se detuvo la comunicación en nuestro planeta. Al menos eso pensaría uno a juzgar por la reacción.
Ese día, el satélite Galaxy IV, de 250 millones de dólares, se salió de su posición debida inutilizando así casi 90% de los localizadores de los Estados Unidos.
¿Te sentiste desconectado durante ese tiempo? ¿No sonaba el…

Navidad: cura divina

Si tu médico te llamara y te dijera con voz seria: «Por favor, venga lo antes posible. Tengo algo que conversar con usted», ¡sabrías que hay malas noticias! Tu primera reacción podría ser: «No, no quiero enterarme». Pero igualmente vas, porque sólo cuando averiguas el diagnóstico puedes saber cómo se cura.

El juego de la gallina

Un par de muchachos universitarios hace poco jugaron con un tren… y perdieron.
Los dos amigos estaban caminando junto a los rieles del ferrocarril cuando vieron una gran locomotora que venía a toda velocidad en dirección suya. Uno de los dos tuvo una idea bastante mala: «Juguemos a la gallina.»
El otro estuvo de acuerdo y los dos se pusieron…