¿Qué le pasaba a Pablo? ¿No sabía qué es ser cristiano?
Aquí lo tenemos, confinado bajo arresto domiciliario, y habla de regocijarse y de hablar a otros de Cristo. ¿Por qué? ¿Para que los encierren a ellos también?
¡Oye, Pablo! ¿Qué te pasa? ¿No sabes que «algo bueno va a pasar muy pronto»? ¿No entiendes que estás a punto de recibir una nueva bendición? ¿No entiendes que si tienes suficiente fe vas a salir de la cárcel?
Aparentemente, Pablo no había estado escuchando a los que predican salud y prosperidad para todos los cristianos. No había visto a los de la televisión decirle que el trabajo de Dios es sacarnos de todos nuestros problemas.
Claro que estoy siendo chistoso. Pero creo que es importante que reconozcamos que esa es una manera distorsionada de pensar. Muchas veces tenemos la impresión de que si somos cristianos verdaderamente dedicados, Dios va a eliminar nuestros problemas económicos, a asegurarse de que nunca nos enfermemos, y a guardarnos de la persecución. Tal como expresara Pablo claramente durante toda su vida y en sus escritos, esa es una comprensión imprecisa de la manera en que Dios obra.
Como creyente, Pablo tenía sus luchas. Tenía un «aguijón en la carne» que Dios no le quitó (2 Corintios 12:7-10). Iba a donde Dios le decía que fuera y hacía lo que Dios le decía que hiciera; sin embargo, se metió en toda clase de problemas. Nunca fue rico. En una ocasión tuvo que huir para salvar su vida. Según la tradición, murió como mártir.
La vida y las palabras de Pablo nos recuerdan que las cosas importantes de nuestra vida son predicar el evangelio y glorificar a Dios. Nuestra tarea es hablar a otros. Y si eso significa que tenemos que soportar dificultades, nuestro verdadero consuelo es el mismo de Pablo cuando dijo: «En esto me gozo y me gozaré siempre» (Filipenses 1:18).
La vida cristiana tiene sus beneficios, eso es seguro. Pero entre ellos no está la seguridad de una vida fácil. ¡Seamos fuertes! ¡Preparémonos para proclamar el evangelio, tanto si estamos cómodos como si no. —DB
R E F L E X I Ó N
■ ¿Cuál es mi perspectiva de las dificultades de la vida cristiana? ¿Me enseñaron que si me hacía cristiano evitaría todos los problemas de la vida?
■ Si la salud y la prosperidad económica no están entre mis beneficios, ¿cuáles son algunas de las ventajas de una vida de fe en Cristo?