En muchos países, la obesidad infantil se ha incrementado más que nunca. Un culpable fundamental del aumento perjudicial de peso son los malos hábitos alimentarios y la comida chatarra.
Comida chatarra son productos que saben bien, pero que carecen de valor nutritivo y que, en general, tienen un alto contenido calórico y de grasas. Las papas fritas, las bebidas gaseosas, los dulces, las galletas y muchos alimentos que se compran en restaurantes de comida rápida tienen estas características.
Para tener un espíritu saludable, también debemos evitar la «chatarra espiritual». Algunos maestros de religión proclaman «un evangelio diferente» (Gálatas 1:6); desde tener salud y riqueza hasta experimentar una falsa espiritualidad. Y algunas canciones y libros cristianos también contienen doctrinas engañosas. Ingerir esta clase de «comida» quizá parezca satisfacer el hambre interior, pero no producirá buena salud espiritual.
Hebreos nos advierte: «No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia» (13:9). La falsa doctrina perjudica nuestra salud porque no puede limpiar del pecado ni dar poder para crecer espiritualmente. Sin embargo, la enseñanza bíblica basada en la gracia y en la verdad hace ambas cosas.
Evita la «chatarra espiritual» y, en su lugar, hazte un festín con la Palabra de Dios, para mejorar tu salud espiritual.