¿Te sientes a veces fuera de lugar? ¿Incómodamente diferente de los que te rodean? ¿Aislado? Si eres un estudiante cristiano en una universidad secular, sabes a lo que me refiero.
Puesto que has escogido seguir a Cristo, sabes que cantas una melodía diferente de la banda de estudiantes con quien compartes tu vida universitaria. Debido a las presiones, es bueno recordar quién eres y cómo entra tu cultura en conflicto con tu misión como discípulo de Cristo.
Bob Fryling, en un artículo que escribió para una revista cristiana, usó cinco palabras para describir el campus secular:
• hedonista: que busca el placer;
• tenso: presiones académicas, de grupo y económicas;
• temeroso: desesperación, falta de esperanza, temores acerca de la sociedad;
• belicoso: debates sobre temas morales conflictivos;
• estratégico: un campo misionero de gran significado.
¿Cómo puede un estudiante cristiano vivir para Cristo en el campus sin ser moldeado por él? Fryling sugiere cinco maneras:
1. Una presencia activa: construye relaciones; sé activo.
2. Fidelidad en la oración: cuando ores verás que habrá oportunidades de ser sal y luz.
3. Testimonio verbal: hazle saber a la gente que Jesús es el único camino a Dios.
4. Actos de justicia: la gente escucha a los que les demuestran amor.
5. La comunidad cristiana: expresa amor y unidad con otros creyentes.
Como representantes de Cristo tenemos una responsabilidad que no podemos pasar a nadie más. Es por eso que las Palabras de Jesús en Juan 17 son desafiantes y consoladoras. La inmensidad de lo que Él espera de nosotros nos desafía. La parte consoladora es que Jesús oró por sus seguidores. Pidió al Padre que nos uniera y que hiciéramos saber al mundo que Él nos ama como ama a Jesús.
Señor, conocemos nuestra misión. Por favor, danos el coraje y la sabiduría para llevarla acabo. —KD
R E F L E X I Ó N
■ ¿Describen mi campus los cinco adjetivos enumerados arriba? ¿Cómo?
■ ¿Qué me impide identificarme con Cristo?
■ ¿Qué resultados he visto cuando he optado por seguirlo?