Cuando escuches a tus padres quejarse de lo rápido que pasa el tiempo, tómalo con calma. Los años en realidad pasan más rápido cuando uno se hace mayor.
¿Crees que lo digo en broma? Digamos que tuviste que esperar algo durante un año. A tu edad, eso es como 5% de tu vida hasta ahora. Para mí, la cosa es, ¡gulp!, entre 2 y 2,5%. (Vas a tener que averiguar por ti mismo cuántos años tengo.)
Pero para un niño de 5 años, un año dura una eternidad. Es 20% de la existencia del niño en la tierra.
O sea que ahora mismo, ¿qué le parecería un año a Pablo? ¿A David? ¿A Moisés? (Tendrías que poner un pila de ceros después de la coma decimal para calcular eso.)
Cada uno de esos hombres tuvo que lidiar con tiempos difíciles… incluyendo sufrimiento físico. Sin embargo ahora, cuando miran atrás después de miles de años en el paraíso, ¿fue realmente tan largo? Comparado con el tiempo que pasaron en la presencia de Dios, probablemente parezca corto.
Es por eso que Pablo se refirió a su tribulación «momentánea» (2 Corintios 4:17). Había experimentado muchas dificultades durante su ministerio, pero las veía en comparación con la eternidad. Sabía que la gloria de Dios se revelaría en su vida. Sabiendo eso, ¿quién querría
quejarse de la vida en la tierra?
De hecho, Pablo recordó a los romanos que incluso mientras estamos aquí en la tierra, contamos con la ayuda de Dios para lidiar con los efectos del pecado de la humanidad. Esa ayuda viene del Espíritu Santo, quien no sólo nos da poder, sino que también ora por nosotros (Romanos 8:26,27).
¿Estás pasando por un mal momento, un momento que parece que nunca va a terminar? Anímate. En unos cuantos años te parecerá muy breve. Pídele al Espíritu Santo que te fortalezca. Un momento de confianza puede dar como resultado la gloria que dura toda la eternidad. —JC
R E F L E X I Ó N
■ ¿Cuándo me parece que el tiempo pasa lentamente?
■ ¿De qué manera ayuda una perspectiva eterna a que los tiempos difíciles pasen mejor?
■ Señor, a veces las cosas son tan difíciles en mi vida que los momentos parecen pasar lentamente. Ayúdame a mantenerme centrado en Ti de manera que mis luchas no me abrumen.