La película El Titanic produjo extrañas conductas en algunas personas… y no sólo porque algunos la hayan visto 28 veces. Por ejemplo, el número de visitantes ha aumentado considerablemente en el Cementerio Fairview de Halifax, Nova Scotia, donde enterraron a 121 de las víctimas más pobres del crucero.
Aun más extraño es el hecho de que muchas jóvenes han dejado flores en la tumba de «J. Dawson», creyendo que conmemoran el personaje representado por su amado Leonardo DiCaprio.
Lamento despertar a alguien de su sueño romántico, pero no es el mismo J. Dawson.
Dan Conlin, encargado de un museo, dijo a la Prensa Asociada que el J. Dawson enterrado en Nova Scotia era un tripulante del cuarto de máquinas que, aparentemente, se mantuvo en su puesto heroicamente.
El personaje de Leonardo era ficticio… como gran parte de la película, pero vamos a dejar la crítica a la página de entretenimiento de los periódicos.
Hay otra «tumba equivocada» que visitan miles de personas, pero lo saben. Si alguna vez vas a Israel puedes visitar el lugar donde tradicionalmente se piensa que estaba enterrado Jesús.
Para extender la comparación, Jesús no está enterrado allí tampoco, pero en este caso no estamos lidiando con un personaje ficticio. Como le dijo el ángel a las mujeres que visitaron la tumba: «No está aquí, sino que ha resucitado» (Lc. 24:6). (O sea que no se molesten en buscar el cuerpo.)
El Titanic inspiró al público con sus historias de heroísmo y romance. Los críticos sociales han tratado de analizar por qué la película es tan atractiva. Hay toda clase de respuestas: falta de romance en las relaciones de los que van a ver la película, y por supuesto, miles y miles de dólares en efectos especiales.
Entonces, ¿dónde está la realidad? Ciertamente que no está en la película. Y tampoco está en una tumba de Halifax ni de Jerusalén.
Mucho más inspiradora que el Titanic es la verdad de la muerte heroica de Jesús y su milagrosa resurrección. Lee acerca de ello en la Palabra de Dios. Su vida ha despertado una fe que perdura hasta hoy. —JC
R E F L E X I Ó N
■ ¿Por qué creo que fue tan popular la película El Titanic?
■ ¿Cuál es la verdad más significativa para mí de la muerte y la resurrección de Cristo?
■ Padre, la resurrección de tu Hijo es la razón de mi fe. Adoro a Cristo como mi Salvador resucitado.