¿Recuerdas cuando los teléfonos sólo se usaban para hacer o recibir llamadas? Con la llegada de los teléfonos inteligentes, lo que antes era una manera de hablar con alguien se ha convertido en un depósito de información. Si le añades las aplicaciones de los teléfonos celulares, puedes leer informes deportivos, entretenerte con juegos, planear viajes, buscar un apartamento… o cualquiera de las más de 100.000 tareas disponibles mediante esos programas de computación.
Es bastante asombroso, pero estos servicios telefónicos no son nada comparados con la clase de «aplicaciones» que nos dan las Escrituras: notas directas de parte de Dios que nos dicen cómo aplicar la verdad de Su Palabra a todas las áreas de la vida.
Por ejemplo, tomemos Filipenses 2: las aplicaciones de la unidad (2:2), de la humildad (2:3), de no murmurar (2:14), de resplandecer como luces (2:15). Observa también las aplicaciones de Efesios 5: de imitar a Dios (5:1), de andar en amor (5:2), de la pureza (5:3), de la lengua (5:4). ¿Y qué podemos decir del libro de Proverbios? Abunda en ejemplos.
No tienes que esperar que alguien ofrezca todo esto en Internet. Simplemente, abre la Biblia y mira las cientos de formas de aplicar las Escrituras en tu vida. ¿Tienes preguntas sobre la vida cristiana? Investiga la Palabra de Dios. Las respuestas están allí aguardando que las descubras.