Nunca me he opuesto mucho a las reglas. Puesto que de alguna manera tiendo a cumplirlas, nunca me enojaba cuando me decían en la universidad que tenía que ponerme cierta ropa o estar en un lugar determinado a cierta hora.
Bueno, sí hubo una vez en que me enojé un poco porque el decano me dijo que mi pelo estaba demasiado largo. Le pregunté si podía hacer una excepción en mi caso. Puesto que no iba a conservar mi pelo mucho tiempo, razoné, ¿no podía él permitirme llevarlo un poquito más largo por razones sentimentales? Él no quiso.
Las reglas a veces parecen tontas, dependiendo de tu punto de vista. Por ejemplo, ¿no es extraño que la Asociación Nacional de Baloncesto le pusiera una multa a sus jugadores por llevar pantalones cortos demasiado largos? ¿Cuál es el problema con eso? ¿Qué posible problema podrían causar los pantalones cortos demasiado largos? ¿Será posible que la regla contra los pantalones
cortos largos sea en el mejor de los casos contradictoria?
Hay reglas que son tontas y hay normas que son importantes. Tenemos que conocer la diferencia. Por ejemplo, tener una norma que dice: «No os embriaguéis con vino … antes bien sed llenos del Espíritu» (Efesios 5:18) es todo menos tonta. Podría evitarte una vida de problemas. O tener una regla estricta que te recuerde huir de la tentación sexual puede ahorrarte más dificultades de
las que te imaginas. O establecer una regla personal que diga: «Voy a apartar mis ojos de cosas vanas» no puede hacer más que colocarnos en el camino correcto.
Una manera de asegurar que vale la pena seguir una norma es considerar de dónde salió. Las tres reglas mencionadas en el párrafo anterior son buenas porque vienen de la Biblia. Son reglas inequívocamente importantes, hechas para que se sigan sin excepción.
Las reglas tontas pueden ser frustrantes, y probablemente no alteren mucho tu
vida. Pero las normas de Dios son diferentes. Te alejan de una vida de problemas. Confía en Dios. Él sabe lo que es mejor para ti. —DB
R E F L E X I Ó N
■ Cuando veo una regla o una norma, ¿me enoja o me incita a desobedecer? Si
esa norma es piadosa, ¿qué dice eso de mi relación con Dios?
■ ¿Cuáles son algunas de las reglas verdaderamente tontas que me irritan?
¿Cómo puedo mantener mi testimonio cristiano aun si tengo que obedecer
reglas tontas?