¿Cuándo fue la última vez que te lavaste el pelo? No me escribas para contármelo. Sólo hice la pregunta porque leí acerca de un hombre que se lava el pelo una vez al año… con limpiador de telas.
¿Te suena un poquito extraño? Pues la historia completa es más extraña aún. Este hombre dejó de cortarse el cabello cuando tenía 18 años porque después
que se lo cortaba se ponía muy enfermo. (¿Ves alguna conexión en esto? A mí me parece que se me escapó.) Hoy día tiene 85 años y su pelo mide 5 metros y 17 centímetros.
Aún hay más. Dice que desde que decidió no volverse a cortar el pelo tiene la habilidad de llamar a los espíritus de los muertos y sanar a la gente. (Repito, me pregunto qué tiene que ver el largo del cabello con esto.)
La Biblia nos habla de otra persona de pelo largo. Sansón, el personaje central del pasaje bíblico de hoy, era conocido por su larga cabellera, la cual, nunca le habían cortado. Pero él no se cortaba el pelo porque el ángel del Señor dijo a sus padres que eso había de ser una señal de dedicación. Sansón había de servir los propósitos de Dios (Jueces 13:3-7).
Cuando Sansón creció, Dios le dio una fortaleza increíble para librar al pueblo de Israel de sus opresores. Sin embargo su vida era un desastre moral. Cuando dejó que le cortaran el cabello mostró que se había apartado de Dios.
El resultado no fue sólo una cabeza más ligera, sino pesadas consecuencias para él y para Israel.
La razón por la que cuento estas historias sobre cortes de pelo no es enredarnos en la polémica del largo del cabello. Después de todo, el principal problema de Sansón no fue que permitió que le cortaran el cabello, sino que no había estado prestando atención a su relación con Dios.
Muchas veces, nosotros como creyentes prestamos más atención a cosas como el pelo que a nuestro corazón. Vivimos como nos place y sólo damos a Dios una
atención simbólica. Luego, cuando Dios parece estar muy lejos de nosotros y nuestras oraciones no tienen respuesta, no podemos entender qué es lo que anda mal.
¿Cómo está tu pelo? ¿Cómo está tu corazón? —KD
R E F L E X I Ó N
■ ¿He estado practicando las actividades religiosas por rutina mientras mi corazón está lejos de Dios? ¿Cómo puedo saber si es así?
■ ¿Cómo puedo trabajar en mi relación con Dios hoy?