En la República del Congo (antes conocida como Zaire), la cual está muy afectada por la pobreza, no hay basura. Todo se usa una y otra vez hasta que no queda nada, porque la gente es muy pobre.
Uno de esos productos que se usan muchas veces son los pneumáticos viejos. Cortan los pneumáticos de autos y camiones y les ponen unas tiras para hacer sandalias que se venden a las personas más pobres por casi nada. Lo interesante es que, en el idioma lingala, a estos zapatos se les llama «los pies de Jesús», porque se parecen a las sandalias que se ven en los dibujos y los cuadros de Jesús.
Jesús dejó huellas de sus sandalias sobre las polvorientas calles de Palestina. Adondequiera que iba llevaba libertad y paz. Sanó al ciego que estaba junto al
camino de Jericó. En Gadara liberó a un endemoniado. Hizo a los cojos andar y a los sordos a oír. Curó a los leprosos de sus terribles enfermedades. Perdonó los pecados de transgresores atormentados. Resucitó a una niña y a su buen amigo Lázaro.
En su cántico de adviento sobre Juan el Bautista y Jesús, el anciano Zacarías concluyó diciendo que el Mesías, a quien se refería como la «aurora», «encaminaría nuestros pies por camino de paz» (Lc. 1:79). El cántico de
Zacarías describe lo que Cristo iba a hacer para llevar paz a Israel. Pero también se refiere a cómo podemos tener paz con Dios y la paz de Dios. Y puesto que hemos experimentado el perdón de nuestros pecados, podemos tener el gozo de llevar a otros las buenas nuevas de Su paz.
Si alguien fuera a seguir las huellas de mis sandalias hoy, ¿encontraría personas
consoladas, ayudadas e iluminadas? ¿Encontraría personas que habían estado
desalentadas pero que ahora están animadas? ¿Encontraría personas cuyos corazones habían estado angustiados pero ahora están en paz con Dios por mis palabras o por mi ayuda?
Sí, así sería si tuviera hoy puestos «los pies de Jesús». —DE
R E F L E X I Ó N
■ ¿De qué manera he llevado paz a las personas en los días pasados? ¿Mediante
palabras amables? ¿Mediante buenas obras?
■ ¿Y mi corazón? ¿Está lleno de Su paz? ¿Estoy dispuesto a dar o estoy absorto
en mis propios intereses y preocupaciones?
■ ¿Cómo puedo hacerme más consciente de las necesidades de mis amigos y de
mis compañeros de estudios? ¿Cómo puedo ser más sensible?