Piensa en todos los lugares adonde no quieres ir: la cárcel, la oficina de impuestos, la sala de operaciones, la parte mala de la ciudad, el cielo.
«¿Cómo? —dices—. ¿El cielo? ¿Quién no quiere ir al cielo?»
Es casi incomprensible, pero hay gente que no quiere ir. Cuando rechazan la salvación que Cristo ofrece, dicen claramente que el cielo no es su lugar favorito para pasar la eternidad.
¡Qué locura! ¿verdad? El cielo tiene más cosas increíbles de lo que nos imaginamos, y sin embargo, si les preguntas a algunas personas respecto a ir allá reaccionan como si los hubieras invitado a un linchamiento.
Hay algo del cielo que asusta a la gente. No creo que sean las calles de oro puro (Apocalipsis 21:21), ni los lugares que están preparando para aquellos que van allá (Juan 14:3). Tampoco creo que sea la ausencia de tristeza, aflicciones, dolor ni problemas.
No, creo que lo que asusta a la gente respecto al cielo es Jesús. Pienso que las personas que no parecen querer ir al cielo le tienen miedo a Jesús porque Él es perfecto. Al saber eso, algunos tienen miedo de poner su fe en Él. Tienen miedo de no estar a Su altura, de que nunca podrán estar a Su altura, y ni siquiera quieren tratar de estar a Su altura.
Por eso, en vez de entender la naturaleza gratuita de la salvación y en vez de comprender la realidad de que la muerte de Jesús les puede permitir entrar en el reino de un Dios perfecto, dicen: «No gracias. Me parece que prefiero ir al infierno.»
¡Qué tragedia estar tan mal informado! El cielo está disponible para todos, desde
tu buen compañero de clases que obtiene buenas calificaciones, huele bien y va a la iglesia, hasta la persona que hay en tu clase que fuma, dice malas palabras, bebe, tiene relaciones sexuales, miente, hace trampas y usa drogas los fines de semana. Y también para todos los que están en medio de estos dos casos.
¿Quieres ir al cielo? Todo lo que Jesús quiere de ti es que confíes en Él y en lo que hizo en la cruz cuando murió por tus pecados.
El cielo no es para los perfectos. Si fuera así, todos quedaríamos eliminados. El
cielo es para los perdonados, lo cual nos puede incluir a todos. Acompáñanos al
cielo. No será igual sin ti. —DB
R E F L E X I Ó N
■ ¿Vas al cielo? ¿Estás preparado para encontrarte con Dios y contestar la
pregunta: «¿Por qué debería dejarte entrar en mi cielo perfecto?»
■ ¿Tienes amigos que no parecen querer ir al cielo? ¿Crees que entienden la
alternativa?