El Crossover (el cruce, en español) es un término de la industria de la música. Se refiere a «cruzar» de una categoría musical a otra, o de un idioma a otro. Es lo que hizo, por ejemplo, Julio Iglesias cuando decidió grabar en inglés.
Cuando un intérprete de música cristiana contemporánea hace el cruce a la música popular secular, es como entrar en territorio inexplorado. La experiencia presenta toda clase de desafíos, siendo uno de ellos, y no precisamente pequeño, contender por la fe en un ambiente mucho más hostil.
Pero incluso ahí la Palabra de Dios ofrece consejo. El pueblo de Dios ha estado «cruzando» a territorio desconocido durante muchos milenios.
Cuando la nación de Israel se estaba preparando para cruzar el río Jordán y entrar en la Tierra Prometida, el territorio era desconocido. Así, Dios dirigió a los levitas para que llevaran el arca del pacto (la cual representaba la presencia de Dios en su pueblo) primero, y que los israelitas los siguieran.
El mismo consejo vale para ti. Si estás cruzando a territorio desconocido, de la secundaria a la universidad, por ejemplo, o a un nuevo barrio, recuerda que Dios está contigo. Los cristianos ya no necesitan el arca del pacto porque Dios ha dado su Santo Espíritu.
Cuando los pies de los levitas tocaron la orilla del Jordán se repitió un acontecimiento: el río se dividió, permitiendo a los israelitas pasar por él como si estuvieran caminando por tierra seca. El milagro fue el primero de muchos que caracterizarían la conquista de Israel de la Tierra Prometida.
De la misma forma, tú podrías ver milagros. Podría ser algo tan sencillo como la
ausencia de tensión al entrar en una nueva fase de tu vida. Dios hasta podría hacer algo grande —como encontrar un viejo amigo en tu iglesia nueva— para recordarte que Él tiene el control. Sea lo que fuere que Él opte por hacer, no te embarques en ninguna aventura nueva sin la presencia de Dios. —JC
R E F L E X I Ó N
■ ¿Cuál fue mi último «cruce»? ¿Qué tenía de difícil?
■ ¿Por qué ser consciente de la presencia de Dios me ayuda a lidiar con territorio desconocido?
■ Señor, te doy gracias por dirigirme a lo largo de mi vida. Gracias por estar
conmigo.