En los Estados Unidos, Memorial Day [Día de los caídos] es el día en que se conmemora a quienes murieron sirviendo a esa nación. Un sitio donde dicha conmemoración tiene un significado profundo y emotivo es en el Cementerio Nacional de Arlington, cerca de Washington, D.C. Arlington es un lugar solemne donde, debido a la muerte de veteranos de guerra ya ancianos y a los permanentes conflictos bélicos en todo el mundo, en la actualidad hay alrededor de 25 funerales militares por día.
Esto es particularmente complicado para «La vieja guardia», miembros del 3.er regimiento de infantería de los Estados Unidos que cumple su servicio en Arlington. Su función es trasladar los cuerpos de los caídos y honrar su sacrificio. Los integrantes de «La vieja guardia» nunca se olvidan del costo de la libertad, porque se les recuerda día tras día.
A los creyentes en Cristo se les ha dado la Cena del Señor para recordar lo que nuestra libertad del pecado le costó al Señor Jesucristo. Al participar del pan y de la copa, cumplimos Su mandato, cuando dijo: «haced esto en memoria de mí» (1 Corintios 11:24). Sin embargo, en la solemne conmemoración del sacrificio de Cristo hay gozo, porque no necesitamos dejar nuestros recuerdos en la mesa del Señor. Vivir nuestras vidas para el Salvador puede mostrarle al mundo que nunca olvidaremos el sacrificio que Él hizo por nosotros.