¿Es inútil la educación universitaria? Lees pasajes como 1 Corintios 1:18-25 y te preguntas: ¿Estoy buscando la «sabiduría del mundo»? (v.20).
Todos debemos tener cuidado de que nada afecte nuestro andar espiritual negativamente. Pero antes de que empieces a preocuparte por la universidad, sigue leyendo.
Existe una diferencia entre la sabiduría y el aprendizaje. La palabra griega para aprendizaje es gramma, de la cual sacamos esa horrible palabra de la clase de
español. Se refiere a la parte externa que aprendemos leyendo asignaciones de profesores malvados como yo.
La palabra para sabiduría es sophia. Se refiere a la parte interna de nuestro pensamiento, esas rumias, disputas y meditaciones que pueden dar como resultado conclusiones extrañas.
Sin la guía del Espíritu Santo, dicho pensamiento produce la sabiduría del mundo, y esa nunca nos podrá acercar a Dios. De hecho, algunos de los que son sabios en un sentido mundano consideran que la Palabra de Dios es una locura. Otra extraña conclusión.
¿Todavía te cuesta hacer la distinción? No es de sorprender. En la sociedad moderna, la gente confunde el aprendizaje con la sabiduría. Al rechazar los principios eternos de la voluntad de Dios, la sociedad trata de llenar el vacío adorando el intelectualismo. La conclusión errada es que si alguien obtiene un doctorado, adquiere una sabiduría que ayuda a discernir la verdad eterna. Después de pasar 4 años trabajando en mi doctorado te puedo asegurar que no es así, al menos no aparte del fundamento de la sabiduría de Dios.
Ni tú ni yo deberíamos ver nuestros estudios como una pérdida de tiempo (aunque según sean tus calificaciones, tal vez te resulte difícil convencer a tus padres). La educación universitaria te da la manera de pensar y las habilidades que vas a necesitar para competir en el mercado de trabajo.
Sin embargo, su utilidad en la esfera espiritual está limitada por sus orígenes
humanos. Para la sabiduría espiritual, tienes que recurrir a fuentes espirituales: la Biblia y el Espíritu Santo.
Así que sigue con tus planes de asistir a clases este otoño y hacer todas tus tareas. Pero asegúrate de que tu horario deje espacio para procurar el conocimiento espiritual que viene de Dios y la sabiduría de la Biblia. Puede que no la encuentres en el aula de clases. Búscala en la Palabra de Dios. Está ahí. —JC
R E F L E X I Ó N
■ ¿Cómo calificaría mi crecimiento espiritual del año pasado? ¿Por qué?
■ ¿En qué aspecto del conocimiento espiritual tengo que trabajar más: asistencia a clases (participación en la iglesia), tarea (estudio bíblico), o tutoría individual (oración)? ¿Por qué?