Aunque la organización de los Boy Scouts (o niños exploradores) ha hecho algunos cambios con el correr de los años, una cosa ha seguido igual. Su lema: «Está preparado.»
Cuando se publicó el primer manual de la organización en 1911, la intención era mayormente enseñar a los niños cómo sobrevivir mientras acampaban. Incluía
instrucciones sobre cómo hacer una botella de agua con la corteza de un árbol y cómo poner un torniquete.
Pero una nueva edición del manual daba un consejo adicional que expandía la filosofía. Dirigía a los jóvenes exploradores a «vivir felices y sin remordimientos sabiendo que habían puesto lo mejor de su parte».
Entonces, ¿cuál debería ser el lema del cristiano? ¿Qué te parece «Está preparado»? ¡Ese podría ser muy bueno! De hecho, en 1 Pedro 3:15 leemos: «… estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y
reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.»
¿Qué clase de «esperanza» es esa? No es la esperanza que desea algo. («Yo espero que se fije en mí», o «Espero pasar este examen»). Es la esperanza certera de la vida eterna (Tito 1:2).
¿Alguna vez has pensado en cómo explicarías la esperanza que tienes si te vieras frente a una de estas situaciones?
• Te sientas en un avión al lado de alguien que empieza una conversación sobre el libro cristiano que estás leyendo.
• Tu amiga te pregunta incrédulamente por qué has decidido permanecer virgen
hasta que te cases.
• Tu compañero de estudios quiere saber por qué no saliste de juerga con tus
amigos después de un concierto.
Obviamente, no sabemos qué oportunidades vamos a tener de compartir el
evangelio con alguien. Pablo nos exhortó a que nos ejercitáramos para vivir una vida piadosa (1 Timoteo 4:7,8). Y en 1 Pedro 1:13 se nos instruye a preparar nuestras mentes para la acción. Podemos hacer eso todos los días siendo obedientes, leyendo lo que Dios tiene que decirnos en la Biblia, y pasando tiempo con Él en oración.
Es una buena forma de asegurarnos de que estamos preparados para cualquier
cosa. —CK
R E F L E X I Ó N
■ El lema de los Boy Scouts es «Está preparado». ¿Por qué lema vivo yo?
■ ¿Alguna vez he sentido que no estoy preparado para compartir mi fe en
Jesucristo con alguien? ¿Qué sucedió?
■ ¿Qué voy a hacer para cerciorarme de que estoy listo para contestar cuando
alguien me pida «razón de la esperanza» que tengo?