Esta es la historia de un sueño que se hizo realidad… más o menos. Ben Kubassek, un constructor de Canadá, empezó su carrera a la edad de 21 años con una meta en mente: triunfar.
Seis años después tenía una fortuna personal de más de un millón de dólares, además de una casa lujosa, una esposa, hijos y buenos amigos. Vivía como vive un «buen hombre». Incluso pasaba un tiempo considerable ayudando en su iglesia.
Ben había logrado su sueño, pero de repente todo se convirtió en una pesadilla. Había ganado muchísimo dinero, pero a un precio terriblemente alto para su mente y cuerpo. Semanas de trabajo de 80 horas, junto con una apretada agenda en la casa apiñadas en las horas que pasaba despierto, surtieron su efecto.
«Entonces, un día, como un relámpago, el agotamiento se apoderó de mí —dice Ben—. Me dio una depresión que casi me lleva al suicidio.»
Durante varios meses, Ben vivió en un estado torturador de agotamiento mental, físico y espiritual. Tuvo que enfrentar la dura realidad de que su frenético esfuerzo por lograr el «éxito» lo había llevado a una vida
desequilibrada y descontrolada.
Hoy día, Ben Kubassek lleva una vida equilibrada. Con un nuevo enfoque, se ha recuperado y ha encontrado verdadero descanso en Jesús.
Si quieres mantener tu vida en equilibrio, echa un vistazo a estas cosas que Ben ha considerado esencial para tener una existencia saludable y pacífica:
• Comienza cada día con el Señor, leyendo la Palabra de Dios, cantando, orando y ponderando sus metas para las próximas 24 horas.
• Desarrolla hábitos alimentarios saludables.
• Duerme bien.
• Trabaja menos horas y pasa más tiempo con seres queridos y ayudando a los
demás.
Examina bien tu vida y tus metas. Si no hay equilibrio en tu vida, tus relaciones
con Dios y con las personas que están cerca de ti corren peligro. Tu propia salud se va a deteriorar.
Deja de esforzarte tan frenéticamente. Evita el agotamiento y busca el descanso
que tienen los que conocen a Cristo. —TF
R E F L E X I Ó N
■ ¿Por qué está mi vida desequilibrada?
■ ¿Qué cambios puedo empezar a hacer hoy para poder vivir una vida saludable
y fructífera en Cristo?