En los Estados Unidos, hoy es el Día nacional de la honestidad. Es un nombre poco conocido para el 30 de abril; sin embargo, es muy importante.
El escritor M. Hirsh Goldberg instituyó el Día nacional de la honestidad a comienzos de la década de 1990 como una manera de honrar lo de buen nombre y fomentar la honestidad. Dijo que escogió el 30 de este mes porque «abril comienza con un día dedicado a la mentira [día de los tontos inocentes] y debería concluir con un mensaje moral más elevado».
La noción de qué es honestidad comienza con reconocer que Dios —nuestro máximo ejemplo— es verdad (Deuteronomio 32:4), y que no puede mentir (Números 23:19; Hebreos 6:18). Además, Él odia la falsedad (Proverbios 6:16-19). Más allá de esto, Satanás es el padre de toda mentira (Juan 8:44).
En cuanto a nosotros, podemos utilizar estos pasajes bíblicos como guía: «El justo aborrece la palabra de mentira» (Proverbios 13:5); el amor se goza de la verdad (1 Corintios 13:6); la mentira es parte de la vieja naturaleza (Colosenses 3:9); crecer significa dejar a un lado el engaño (1 Pedro 2:1); y hablar verdad declara justicia (Proverbios 12:17).
Hagamos que cada jornada sea el Día de la honestidad.