La mayoría de la gente tiene sueños tan vivos, que parecen reales incluso después que despiertan. ¿Qué pasaría si esas potentes imágenes de sueños de la mente subconsciente se pudieran mezclar con nuestras experiencias cuando estamos despiertos de tal manera que ya no pudiéramos distinguir entre los dos? ¿Qué sucedería si los aspectos destructivos de nuestras personalidades, que de vez en cuando aparecen en nuestros sueños, controlaran nuestra conducta despiertos? Evidentemente, cualquiera en ese estado perdería la distinción entre la realidad y la alucinación y sería potencialmente peligroso para sí mismo y para otras personas.

Escrito por: Dan Vander Lugt