Puesto que la Biblia dice muy poco acerca de estos fenómenos, el tema de los fantasmas, las apariciones y los aparecidos es controvertido entre los seguidores de Cristo. Sin embargo, muchas personas confiables han tenido experiendas relacionadas con estos fenómenos, y sus relatos son tan impresionantemente similares que no parece sabio simplemente negar su existencia. 1

Durante la Edad Media, la gente a menudo creía que los fantasmas eran espíritus de los muertos “apegados a la tierra”, los cuales, por una u otra razón, se quedaban atrapados aquí después de la muerte. No hay nada en la Biblia que apoye este punto de vista, aunque probablemente estuviera asociado con la perspectiva católicorromana del purgatorio que en aquella época por lo general se sostenía. La Reforma Protestante trajo un rechazo de la enseñanza católicorromana sobre el purgatorio, junto con el consenso de que los aparecidos son producidos por espíritus malignos que personifican a las personas y vuelven a crear acontecimientos.2 Sin embargo, incluso esta explicación deja algunas preguntas sin contestar.

Algunos observadores especulan que puede haber algunos procesos naturales actualmente desconocidos a través de los cuales se pueden “grabar” acontecimientos horribles y vivirlos una y otra vez por siglos. Algunos creen que hay evidencia de que los duendes 3 son un fenómeno natural que involucra la “telequinesis”4. Muchas veces se asocia a las jovencitas -por lo general adolescentes- con esos fenómenos. Los testigos afirman que cuando se saca a una jovencita en particular de las cercanías de donde ocurren, cesan los fenómenos con duendes.

Pero reiteramos que no hay evidencias contundentes que prueben la existencia de la telequinesis como fenómeno natural, como tampoco hay ninguna evidencia científica de que los acontecimientos intensamente emotivos puedan producir “grabaciones psíquicas”. Es improbable que tengamos pronto una respuesta definitiva a esta pregunta. Y puesto que toda esta área está muy cerca del ocultismo, algo estrictamente prohibido por las Escrituras (Deuteronomio 18:9-13), es sabio que los cristianos sean precavidos y no ahonden mucho en eso.

Los cristianos, e incluso los incrédulos pensadores, deben tener en cuenta que cualquiera que sea la causa de una manifestación fantasmal en particular, puede servir a algún propósito satánico, estimulando una curiosidad morbosa en lo inexplicable que podría arrastrar a personas susceptibles al ocultismo. La gente que tiene interés en el ocultismo, incluso si su interés es “científico”, puede caer en él más profundamente. Sus “intereses científicos” son propensos a degenerar en obsesión personal.

Escrito por: Dan Vander Lugt


Notas:

  1. Muchas personas que informan de estas experiencias no tienen un interés previo en los “fantasmas” y sencillamente se sorprenden cuando de repente se enfrentan con acontecimientos extraños.
  2. El término “aparecido” se refiere al hecho de que las “apariciones” son manifestaciones (apariciones fantasmagóricas, movimiento de objetos, sonidos) en una morada que muchas veces se asocia con personas o animales que una vez vivían allí. Las manifestaciones a menudo corresponden con acontecimientos importantes, sobre todo violentos como los asesinatos.
  3. Un duende es un espíritu fantástico del que se dice que habita en algunas casas y que travesea, causando en ellas trastorno y estruendo. (Diccionario de la Lengua Española, Real Academia Española, Vigésima Primera Edición.)
  4. Según el Diccionario de la Lengua Española, la telequinesia es “en parasicología, [el] desplazamiento de objetos sin causa física observable, por lo general en presencia de un médium”. Hipotéticamente, la “externalización telequinésica del conflicto psíquico” podría ser un proceso natural por el cual los conflictos emocionales internos tendrían, de alguna forma, efectos físicos que hacen que los libros se caigan de los estantes, que los platos se muevan sobre la mesa, que se produzcan ruidos grandes, etc.