La razón más probable es que muchas personas a ambos lados del asunto ya se hayan decidido mucho antes de abrir la Biblia. Cuando van a las Escrituras, las opiniones preconcebidas y las intensas emociones tienden a influir en sus interpretaciones.

Cualquiera que sea el lado del asunto en el que uno se encuentre, puede que sea difícil dejar de lado opiniones y sentimientos muy arraigados e ir a la Biblia con una mente objetiva y abierta. En consecuencia, ya sea que las personas se den cuenta o no, muchas de ellas se sienten totalmente motivadas a hacer que la Biblia encaje en sus creencias y actitudes en cuanto a la homosexualidad, en vez de dejar que la Biblia moldee sus puntos de vista y sus sentimientos al respecto.

Por ejemplo, aquellos que apoyan la homosexualidad como un estilo de vida abandonan reglas fundamentales de interpretación de los textos bíblicos a fin de presentar conclusiones que apoyen sus opiniones personales. Por otro lado, aquellos que se oponen a la homosexualidad consideran en un tono de superioridad moral que ésta es el peor de los pecados posibles. Tienden a pasar por alto las palabras igualmente fuertes que la Biblia usa para la inmoralidad heterosexual y para muchos otros pecados que la mayoría de las personas comete.

Por supuesto, nadie es completamente imparcial cuando lee la Biblia. Todos tenemos opiniones hechas que fueron formadas por la crianza familiar, la cultura y los antecedentes religiosos. Y la mayoría tiene sentimientos muy intensos con respecto a la homosexualidad, ya sea a favor o en contra. Pero al tratar de entender lo que la Biblia dice de la homosexualidad (o de cualquier otra cosa, en realidad), debemos hacer del descubrimiento de la verdad nuestro primer objetivo, incluso si esa verdad difiere de lo que creemos firmemente. La Biblia ha de ser nuestra maestra, no una herramienta que manipulamos para promover nuestros intereses personales.

Una cosa es cierta: ambos lados no pueden tener razón, y dependerá de cada persona ser como los de Berea, que se mencionan en Hechos 17:11 , quienes buscaron ellos mismos en la Biblia para verificar lo que era verdad.

Escrito por: Dan Vander Lugt