La canalización es una forma de ocultismo. Incluso si los psicólogos seculares tienen razón cuando asumen que la canalización permite que el contenido de lo subconsciente “erosione” hacia la conciencia, sería peligroso. Si es cierto, según el modelo de ellos, que el subconsciente es capaz de abrumar y desplazar la conciencia de una persona, sería cada vez más difícil para esa persona distinguir entre la verdad y la ilusión, la realidad y la alucinación. Si abdicamos la responsabilidad consciente de nuestra conducta y permitimos que las imágenes inconscientes y los impulsos nos controlen, podrían destacarse los aspectos más destructivos de nuestra personalidad.

Segundo, los cristianos siempre han creído que quienes renuncian al control consciente de sus mentes a través del ocultismo se exponen a que los controle el mal espiritual externo: Satanás y sus demonios. Si una persona está en el estado disociado del médium, en el mejor de los casos está controlada por un aspecto subconsciente de su personalidad y está perdiendo control de su mente. En el peor de los casos, está siendo controlada por un espíritu maligno.

Escrito por: Dan Vander Lugt